Espiritualidad y economía

SOCIABILIZAR LOS BROTES DE ESPERANZA: este fin de semana, hemos entrado en el #Adviento pre-viendo los "brotes de ESPERANZA" con un encuentro en el foro de la RED MIRIAM. Somos un grupo de mujeres laicas y religiosas que nos sentimos convocadas por la vivencia de la ESPIRITUALIDAD IGNACIANA pensada y vivida desde la mirada de las mujeres, hemos reflexionado, orado, discernido,compartido sobre “ESPIRITUALIDAD y ECONOMIA” que como podéis ver en la foto, están representadas  por 2 manos que se entrelazan para SOSTENER LA VIDA, la vida humana y la vida de todo el planeta, sin excluir a nada ni a nadie. El sistema neocapitalista pone en el centro el capital y la economía de mercado, que atenta contra la vida de mucha gente, la ecologia y recursos naturales de la tierra. Nosotras optamos por poner en el centro la VIDA y la VIDA EN ABUNDANCIA PARA TOD@S, con los valores de dignidad, justicia, bien  común, desarrollo, "pan y rosas"...  Frente a la lógica de acumulación del capitalismo, buscamos alternativas para promover la sostenibilidad de la vida . En este foro, hemos contado con la valiosa aportación de la teóloga Lucia Ramón,de José Eizaguirre y de Amaia Pérez. La raíz  de la palabra economía, que viene del griego: “administración de la CASA COMÚN QUE ES EL MUNDO que tiene que ir de la mano con la ESPIRITUALIDAD que es el movimiento profundo que viene del Corazón y es la energía que nos impulsa a promover los cuidados de la vida en su fragilidad y potencialidad, la compasión, la dignidad, la justicia… 
Buscamos alternativas de VIDA al capitalismo neoliberal que está destruyendo el BIEN COMUN. Hemos reflexionado sobre la Banca Ética, decrecimiento, Comercio justo, Bancos de tiempo, ATTAC,  Economía del Bien común…
Nos hemos sentido compañeras de camino, tejedoras y parteras de vida, uniendo manos con muchas mujeres del mundo entero que luchan cada día por cuidar y sostener la vida, y también uniendo manos con hombres que se comprometen en esta búsqueda común de alternativas solidarias para tod@s.
Tenemos proyectos en el horizonte cercano, el 7 y 8 de  marzo 2015 tenemos un “Seminario de espiritualidad ignaciana femenina en la frontera” con el tema “ALENTANDO BUSQUEDAS ANTE NUEVAS PREGUNTAS” queremos ir haciendo juntas un proceso de búsqueda y reflexión desde las fronteras de la realidad social y de la espiritualidad que nos ayude a confrontar y armonizar dinámicamente y de un modo circular. Y todo ello, con las claves fundamentales de la espiritualidad ignaciana y nuestro pensar, sentir y estar en la realidad como mujeres. Animamos a todas las mujeres con deseo de profundizar y compartir sobre estos temas a participar en el seminario. Más información:  seminarioredmiriam@gmail.com

El encuentro ha sido un espacio y tiempo muy  rico en compartir, de escucha mutua, empatía, acogida, discernir, tejer juntas, creer, soñar … TIEMPO DE SOCIALIZAR LOS BROTES DE ESPERANZA Y DE UNIR MANOS como dice esta canción “MANOS DE MUJERES” de la Colombiana Marta Gómez, es un CANTO de AMOR y AGRADECIMIENTO a nuestras madres, hermanas, amigas, esposas…

Tantos cuidados, tanto AMOR que  DERROCHAN LAS MANOS de tantas MUJERES a lo largo de la historia y en los diferentes pueblos de nuestro mundo: Manos que acunan y cuidan la vida, manos que acarician y se entregan, manos que trabajan y dan esperanza 

Letra de la canción “MANOS DE MUJERES” de Marta Gómez:

“Mano fuerte va barriendo, pone leña en el fogón

 Mano firme cuando escribe una carta de amor

 Manos que tejen haciendo nudos. Manos que rezan, manos que dan

 Manos que piden algún futuro, pa' no morir en soledad ¡ay! ¡Ay!...

 Mano vieja que trabaja, va enlazando algún telar.

Mano esclava va aprendiendo, a bailar su libertad

 Manos que amasan curtiendo el hambre, con lo que la tierra les da

 Manos que abrazan a la esperanza, de algún hijo que se va ¡ay! ¡Ay!...

 Manos de mujeres que han parido la verdad

 Manos de colores aplaudiendo algún cantar. Lara...

 Manos que tiemblan, manos que sudan. Manos de tierra, maíz y sal.

Manos que tocan dejando el alma. Manos de sangre, de viento y mar ¡ay! ¡Ay!...”