“La alegría del Evangelio
en la vida consagrada”:
Hoy 2 de febrero celebramos el
día mundial de la vida consagrada.
Los que hemos recibido la
llamada a esta vocación,
experimentamos
la alegría y el agradecimiento producidos
por el encuentro con Jesús
y
su invitación a recorrer con y como Él
su invitación a recorrer con y como Él
el camino de la vida que nos
lleva a los demás,
para compartir
la Misión de la Buena Noticia del Evangelio.
Oh Dios!, envíanos locos, de los que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que aman con algo más que con palabras,
de los que entregan su vida de verdad y hasta el fin.
Danos locos, apasionados,
personas capaces de dar el salto hacia la inseguridad,
hacia la incertidumbre sorprendente de la pobreza;
danos locos, que acepten diluirse en la masa
Danos locos, locos del presente,
enamorados de una forma de vida sencilla,
liberadores, amantes de la paz,
capaces de aceptar cualquier tarea, de acudir donde sea,
libres y obedientes, espontáneos y tenaces, dulces y fuertes.
Danos locos, Señor; danos locos.
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